domingo, 3 de junio de 2018

La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis

La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis

Albert Ellis desarrolló las bases de un modelo de psicoterapia todavía vigente.








Fue el creador en una de las teorías que han revolucionado los fundamentos y la metodología en el tratamiento de los problemas emocionales y psicológicos, se ha ganado un puesto de honor entre los más grandes psicólogos. Hablamos hoy de Albert Ellis y la TREC.
Albert Ellis y la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC)
Su teoría (la Terapia Racional Emotiva Conductual) es muy conocida y aunque muchos psicólogos no comparten sus principios, otros en cambio se van incorporando a esta línea, encontrando en ella una buena base para seguir desarrollando su profesión y el tratamiento adecuado a cada trastorno, de acuerdo a las exigencias actuales en el campo de la psicología clínica.
Albert Ellis nació en Pittsburg en 1913 y estudió en la Universidad de Columbia (Nueva York), especializada en formar a profesionales del Psicoanálisis. Allí obtuvo su doctorado en el año 1947. Ellis se percató pronto de las limitaciones que presentaba la teoría de Sigmund Freud y, decepcionado por los pocos resultados que obtenía con sus pacientes, fue abandonando progresivamente la teoría psicoanalítica para comenzar a trabajar en su propia teoría. 
Ya por el año 1953 rompe totalmente con el psicoanálisis y comienza a desarrollar un tipo de psicoterapia que llamaría Terapia Racional Emotiva, un tipo de psicoterapia de orientación cognitivo-conductual.

La TREC: ¿en qué consiste?

Pero, ¿en qué consiste la Terapia Racional Emotiva? Se sabe que Ellis recibió formación en el campo de las letras. Entre sus estudios tuvo mucho que ver la filosofía, la cual serviría de base primordial para el posterior desarrollo de su teoría. Ellis consideraba que su teoría se podía resumir en la frase del famoso filósofo griego estoico Epíteto, el cual afirmaba que “Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos"
Ellis desarrolló su teoría ejemplificándola como se muestra en este gráfico:

Albert Ellis consideraba que los problemas conductuales y emocionales podían tener su génesis a partir de sus tres fuentes: la del pensamiento, la emocional y la conductual. Enfatizó en cómo los pensamientos inciden en las alteraciones psicológicas.
Ellis (1995) afirmó que las personas son en gran parte responsables de sus sentimientos perturbados, que son generados tanto consciente o inconscientemente. Por ende, esas mismas personas disponen de todos los recursos para poder modificar sus pensamientos y traer a sus vidas estados duraderos y estables.

El vínculo entre el pensamiento y la emoción

Según Ellis, esto demuestra cómo se relacionan el pensamiento y la emoción. Ellis afirmaba que lo que causa la alteración o dificultad emocional no es lo que sucede en el punto A, sino que las personas crean una estructura de creencias en el punto B y refuerzan estas creencias en una forma negativa y muchas veces perjudicial, lo cual se manifiesta en las reacciones conductuales o emocionales: el punto C, según Ellis (1962).
Este cuerpo teórico y la terapia que surgió del mismo motivó muchas críticas por parte de algunos profesionales del campo de la psiquiatría y de la misma psicología, al afirmar que pecaba de un exceso de "racionalismo” lo que causaba que la teoría se percibiera como no muy viable y poco científica. No obstante, el tiempo dio lugar a numerosos estudios e investigaciones sobre casos en donde se ha había aplicado la TREC, obteniendo una alta confiablidad y excelentes resultados. Es por eso que la TREC, desde que fue creada por Albert Ellis hasta la actualidad se encuentra en la vanguardia de las psicoterapias.
Los estudios que Ellis desarrolló a lo largo de su vida tuvieron sus frutos. Actualmente, en su instituto ubicado en la cuidad de Nueva York se sigue trabajando en la formación de psicoterapeutas, mediante charlas, atención a personas con problemas familiares, personales, y con estudios que hacen que día tras día la ciencia de la psicología desarrolle nuevas herramientas para un siglo tan exigente como el que vivimos.
La Terapia Racional Emotiva Conductual tiene un cometido claro, tal como como afirma Saranson (2006) en su libro Psicopatología anormalel problema de la conducta inadaptada, donde hace referencia a Ellis y Dryden (1977): las personas han de cuestionar sus creencias fundamentales (en la mayoría de casos, irracionales), para después sustituirlas por otras más constructivas (racionales).
La TREC no solamente se ha aplicado en el campo clínico sino que existen varios escritos sobre la intervención en los ámbitos laboral y educativo. Una psicoterapia que brinda muchas oportunidades en el estudio sobre el ser humano, las emociones, el pensamiento y la salud mental.

Características y Ventajas de la TREC

 Las características principales de la TREC, según Obst Camerini (2001), son las siguientes:

· Enfocada en los factores que sostienen el problema, antes que a sus orígenes.

· Estructurada y dirigida por el terapeuta.

· Estimula el descubrimiento.

· Recibe retroalimentación del terapeuta.

· Incluye tareas cotidianas entre las sesiones.

· Breve, de tiempo limitado.

· Apoyada por las investigaciones más actuales en psicología.

· Integrar técnicas y recursos eficaces provenientes de otros enfoques.

· Es educativa, por tanto las consecuencias son perdurables.

Una de las principales ventajas de la TREC, es que aborda la problemática de la persona desde una 

perspectiva integral, pues sus intervenciones se dan en las áreas emotivas, cognitivas 

conductuales. (Obst. Cameri (2010)).

También menciona este autor que le da a la persona el rol protagónico en su proceso de cambio, dentro del 

cual el rol del terapeuta es ser una ayuda y orientación, más no quién tiene las respuestas. De esta manera, 

por medio de aprendizaje, la persona logrará realizar los cambios que necesita en ese momento y, en el 

futuro enfrentar de mejor manera las dificultades que se le presenten.

Referencias bibliográficas:







sábado, 2 de junio de 2018

Teoría del Desarrollo Psicosexual



La Teoría del Desarrollo Psicosexual fue propuesta por el famoso psicoanalista Sigmund Freud, que describió cómo la personalidad se desarrolla a lo largo de la infancia. Es una de las teorías mejor conocidas de la psicología, aunque también es una de las más controvertidas.


En qué se basa la teoría Psicosexual de Freud

Freud creía que la personalidad se desarrollaba a través de una serie de etapas en la infancia en las que las energías o impulsos que buscan el placer de la Identificación se enfocan en ciertas zonas erógenas. Esta energía psicosexual, o libido, la describió como la fuerza impulsora detrás de la conducta.
La teoría psicoanalítica sugiere que la personalidad se establece generalmente a la edad de cinco años, que las primeras experiencias juegan un papel importante en el desarrollo de la personalidad y siguen influyendo en el comportamiento más adelante durante toda la vida.
Para Freud, la infancia es una etapa crucial en la que se da forma a nuestra personalidad y comportamiento como adultos. Consideraba el desarrollo como un proceso discontinuo, creía que cada uno de nosotros debe pasar por una serie de etapas durante la infancia, las llamadas etapas psicosexuales.
Si estas etapas psicosexuales se completan con éxito, el resultado es una personalidad sana. Si debido a algún problema no se resuelven en su momento, aparecen las llamadas “fijaciones”. Una fijación es un foco persistente en una etapa psicosexual anterior. Hasta que este conflicto no se resuelve, el individuo seguirá estando “atascado” en esta etapa. Por ejemplo, una persona que está fijada en la fase oral, puede ser demasiado dependiente de los demás y puede buscar la estimulación oral a través de fumar, beber o comer.
Según Freud, los impulsos de placer que buscan los niños (y que se rigen por el Ello) se centran en un área diferente del cuerpo, llamados una zona erógena, en cada una de las cinco etapas de desarrollo: oral, anal, fálica, de latencia y genital.

La fase oral

Edad: de 0 a 1 año

Zona erógena: boca

Durante la fase oral las actividades relacionadas con la alimentación como la succión y la masticación son lo más importante.
La principal fuente interacción del bebé se realiza a través de la boca, que es de vital importancia para la alimentación, pero además el niño a través de ella obtiene placer gracias a actividades satisfactorias como la degustación y la succión. Debido a que el bebé es totalmente dependiente de los cuidadores (que son los responsables de su alimentación), el pequeño también desarrolla un sentido de confianza y comodidad a través de esta estimulación oral.
El conflicto principal en esta etapa es el proceso de destete: el niño pasa a ser menos dependiente de sus cuidadores y pierde las gratificaciones que obtenía con la succión. Si la fijación se produce en esta etapa, Freud creía que el individuo tendría problemas con la dependencia o la agresión. La fijación oral puede generar problemas con la bebida, la comida o la necesidad de fumar.

La fase anal

Edad: de 1 a 3 años

Zona erógena: los esfínteres

Durante la etapa anal, Freud creía que el objetivo principal de la libido se hallaba en lograr el control de los movimientos del intestino y la vejiga. El conflicto importante en esta etapa es el control de esfínteres: el niño tiene que aprender a controlar sus necesidades corporales. El desarrollo de este control conduce a una sensación de logro y la independencia.
Según Freud, el éxito en esta etapa depende de la forma en que los padres se acercan a esfínteres. Los padres que utilizan la alabanza y la recompensa por usar el inodoro en el momento apropiado, fomentan resultados positivos y ayudan a los niños a sentirse capaces y productivos. Freud creía que las experiencias positivas durante esta etapa sientan las bases para que las personas se conviertan en adultos competentes, productivos y creativos.
Sin embargo, no todos los padres proporcionan el apoyo y el estímulo que los niños necesitan durante esta etapa. Algunos padres castigan, ridiculizan o incluso avergüenzan a un niño cuando tiene accidentes.
Para él las respuestas parentales inadecuadas pueden dar lugar a resultados negativos. Si los padres toman un enfoque demasiado indulgente en esta etapa, podría desarrollarse una personalidad anal-expulsiva, que se traduce en una persona adulta desordenada, derrochadora y destructiva. Si los padres son demasiado estrictos o empiezan el control de esfínteres demasiado pronto, se genera una personalidad anal-retentiva, que se traduce en un individuo demasiado rígido, ordenado y obsesivo.

La fase fálica

Edad: de 3 a 6 años

Zona erógena: Genitales

Durante la etapa fálica, el enfoque principal de la libido se centra en los genitales. A esta edad los niños empiezan a descubrir las diferencias entre hombres y mujeres.
Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival por el afecto de la madre. El complejo de Edipo describe estos sentimientos de querer poseer la madre y el deseo de reemplazar al padre. Sin embargo, el niño también teme que será castigado por el padre por estos sentimientos, a este miedo Freud lo llamó la angustia de castración.
El término complejo de Electra se ha utilizado para describir estas mismas sensaciones experimentadas por las niñas. Freud, sin embargo, creía que las niñas por su parte experimentan la envidia del pene.
Con el tiempo, el niño varón comienza a identificar el padre del mismo sexo como un medio para poseer indirectamente a la madre. Para las niñas, sin embargo, Freud creía que la envidia del pene nunca se resuelve totalmente y que todas las mujeres siguen teniendo una fijación en esta etapa. Psicólogos como Karen Horney discrepaba con esta teoría, que calificó de inexacta y degradante para la mujer. En su lugar, Horney propuso que los hombres experimentan sentimientos de inferioridad porque no pueden dar a luz a los niños, un concepto que se denomina la envidia vientre.

Período de latencia

Edades: 6 a 12 años

Zona erógena: ninguna (sentimientos sexuales inactivos)

Durante el período de latencia los intereses de la libido son suprimidos temporalmente. El desarrollo del ego y superegocontribuyen a este período de calma. La etapa comienza alrededor del momento en que los niños entran a la escuela y se preocupan más por las relaciones entre iguales, juegos y otros intereses.
El período de latencia es un tiempo de exploración en el que la energía sexual está todavía presente, pero se dirige hacia otras áreas, tales como las actividades intelectuales y las interacciones sociales. Esta etapa es importante en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación y confianza en sí mismo.

La fase genital

Edades: 12 años hasta la muerte

Zona Erógena: los genitales (maduración de los intereses sexuales)

Durante la etapa final del desarrollo psicosexual, el individuo desarrolla un fuerte interés hacia el sexo  y las relaciones sexuales. Esta etapa comienza en la pubertad, pero dura el resto de la vida de una persona.
En las primeras etapas descritas por Freud la atención se centraba únicamente en las necesidades individuales. En esta etapa crece al fin el interés por el bienestar de los demás. Si las demás etapas se han completado con éxito, el individuo debe estar ahora bien equilibrado, cálido, y el cuidado. El objetivo de esta etapa es establecer un equilibrio entre las diversas áreas de la vida.

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